41 El Amo del Poder Maligno

Título original: War with the Evil Power Master (#37).
Autor: R. A. Montgomery.
Ilustrador: Paul Abrams (Portada de Ralph Reese).
Fecha de publicación: 1987 (Original 1984).
Número de páginas: 118.
Número de fines: 30 (incorrectamente listado como 29) (Buenos: 7 - Regulares: 9 - Malos: 14).

Sinopsis: El Amo del Poder Maligno ha regresado y tú, como comandante de unidad principal de la Fuerza Rápida del Sistema Lacoosiano, debes hacerle frente.

Comentario personal: Aunque en España Prisionero de las hormigas y su secuela, El Amo del Poder Maligno, salieron al mercado con tres años de diferencia, en la colección original de Bantam solo los separó un año. Por tanto, no creo que su autor escribiera el segundo espoleado por el éxito de ventas o crítica del primero, debido a que apenas tuvo tiempo de reacción en ese sentido. Dicho de otro modo, supongo que Montgomery intuyó de algún modo que con Prisionero de las hormigas había dado con la tecla y quiso repetir en cuanto tuvo oportunidad. No le salió bien.

Porque aunque ya dije que Prisionero de las hormigas era un libro con bastantes fallos silenciados por el mayor peso de sus aciertos, no se puede decir lo mismo de El Amo del Poder Maligno, que repite los errores montgomerianos de siempre y cuyo único acierto es vivir de las rentas del libro del que es secuela. De hecho, para alguien que no sea amante de la ciencia-ficción, este libro probablemente sea infumable.

Y es que sí, lo más destacable de El Amo del Poder Maligno es su ambientación. Naves espaciales, planetas desconocidos, alienígenas, robots y todo lo demás es casi suficiente para resultar atractivo si te gusta el género. Casi, porque como he dicho arriba el libro tira del hilo nostálgico y se vale de Flppto, Rendoxol y el archivillano Amo del Poder Maligno para capturar el interés, todos ellos salidos de Prisionero de las hormigas. Si el enemigo tuviera un nombre distinto y los secundarios fueran otros (es decir, si este libro no fuera una secuela) entonces sería simplemente otro experimento fallido del autor. Pero hay que reconocer que a esos personajes se les cogía cariño y Montgomery supo aprovechar el innegable carisma del primer libro.

Por lo demás, a la colección habitual de fines abruptos que en realidad no son fines y de muertes sin ninguna explicación, El Amo del Poder Maligno añade la especial circunstancia de la entidad que le da nombre. El enemigo es un ser capaz de convertirse en nube, en gelatina o en cualquier ser imaginable. Parece poder comunicarse con todo el mundo de forma telepática. Destruye planetas a voluntad (aunque no queda del todo aclarado -qué sorpresa- si necesita un potente cañón láser para lograrlo). Puede desaparecer y teletransportarse (aunque curiosamente no utiliza esta habilidad cuando es apresado), lee la mente, manipula voluntades... Todas estas habilidades no hacen sino potenciar los famosos sellos del autor, porque al tratarse de un ser casi todopoderoso, cualquier cosa es posible. Así, en infinidad de ocasiones la muerte llega sin previo aviso y sin explicación alguna. No importa la elección realizada, no importa lo que el protagonista y sus compañeros estuvieran haciendo en ese momento. Una voz lo inunda todo y dice que es el final, y punto. Y lo es. Montgomery en su máxima potencia.

Las ilustraciones son sin duda alguna lo mejor del libro. Paul Abrams recoge el testigo de Ralph Reese respetando su visión de los personajes ya introducidos en Prisionero de las hormigas, jugando también a no mostrar la cara del protagonista. Se agradece que Flppto siga siendo Flppto incluso con el cambio de estilo, y las naves y escenarios están muy conseguidos.

Resumiendo, un libro entretenido aunque frustrante en demasiadas ocasiones por la precipitación de sus finales -llegando en este ejemplar a niveles absurdos-, con los lastres habituales del autor, pero que una vez más puede acabar dejando un buen sabor de boca principalmente gracias al aprovechamiento indisimulado de la simpatía hacia los personajes lograda si se ha leído con anterioridad Prisionero de las hormigas.

Puntuación: 6.

2 comentarios:

  1. Un libro mediocre que no consigue superar a su predecesor . . .

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  2. Mi nota es un cinco porque al menos sí resulta entretenido . . .

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