47 La ceremonia del té

Título original: The Mystery of Ura Senke (#44).
Autor: Shannon Gilligan.
Ilustrador: Paul Abrams (Portada de Don Hedin).
Fecha de publicación: 1988 (Original 1985).
Número de páginas: 116.
Número de fines: 23 (Buenos: 8 - Regulares: 9 - Malos: 6).

Sinopsis: El hermano de tu mejor amigo estudia en Ura Senke, una famosa escuela de té. Un valiosísimo bol ha desaparecido justo antes de una reunión de vips.

Comentario personal: La lista de libros de ETPA que pudieron ser excelentes y se quedaron en buenos o muy buenos es extensa. Algunos libros tienen una gran ambientación pero el desarrollo es muy pobre. Otros están muy bien escritos pero se dispersan demasiado, sin una trama principal clara. Otros resultan bastante entretenidos, pero no aportan gran cosa en cuanto a argumento se refiere. Y otros, como La ceremonia del té, son prácticamente perfectos pero fallan muchísimo en los finales.

Lamentablemente no puedo comentar demasiado de este hecho concreto sin desvelar detalles de la trama, pero baste decir que posiblemente nos encontramos ante el libro de mayor consistencia de toda la colección. Shannon Gilligan realiza un trabajo excelente tejiendo una historia completamente al margen del protagonista en donde luego sí podemos intervenir en función de las elecciones tomadas. Así, dependiendo de si optamos por hablar con una persona u otra, por llamar a la policía o ir por nuestra cuenta, detalles relevantes de la trama maestra son revelados poco a poco, siendo necesario leer todas las ramificaciones para poder encajar todas las piezas del puzle.

Existe un proverbio chino -hay quien dice que es japonés-, otorgado a veces a Sun Tzu y otras a Confucio, que dice algo así como "si esperas junto al río el tiempo suficiente, verás el cadáver de tu enemigo pasar", toda una oda a la paciencia que desgraciada pero lógicamente es incapaz de poner en práctica el protagonista (como no puede ser de otra manera, tratándose de un librojuego en que se insta al lector a tomar decisiones) y que le habría ahorrado más de un quebradero de cabeza. Sí, por increíble que parezca, el éxito de la misión (recuperar el bol sustraído) no depende tanto de la pericia del lector como del factor suerte siempre y cuando esa suerte nos lleve por un camino que nos mantenga con vida. Dicho en corto: si se deja avanzar a la trama y no se hace nada por evitarlo, el bol será recuperado. Esto, sin duda, pese a hacer más hincapié en la maravillosa consistencia del libro, es un punto en contra ya que provoca que haya un número relativamente elevado de fines buenos, por un lado, y que muchas veces sea fácil sentirse poco partícipe del triunfo, por el otro.

En general podría resumir en tres los fallos del libro. Primero, en muchos finales la autora hace saltar por los aires toda esa consistencia tan bien labrada hasta ese punto, dando alguna conclusión innecesaria y que no comulga con el resto de fines donde sucede lo que cabría esperar sabiendo ya toda la historia. Segundo, en muchos momentos el libro peca de dar explicaciones de menos -mención especial el sonrojante fin de la página 86- o ser demasiado infantil o surrealista. Y tercero, al más puro estilo Montgomery, en muchas ocasiones hay un fin donde la historia podría seguir avanzando, lo cual es doblemente frustrante en un libro en el que ya sabes cómo acabaría esa rama si se la dejara continuar. Por lo demás, hay pocos peros que se le puedan poner y la experiencia lectora conforme se van avanzando tramas y descubriendo la línea de acontecimientos es realmente estimulante.

Las ilustraciones son, por última vez, de Paul Abrams, en mi opinión uno de los grandes ilustradores de la colección (aunque solo firmó tres libros), si bien no están al nivel de La guarida de los dragones, su forma de dibujar las personas y ese estilo característico de ilustraciones enmarcadas me parecen sensacionales.

En definitiva, otro muy buen libro que no es excelente por defectos fácilmente subsanables, pero que logra sumergirnos en la sociedad nipona y en una historia realmente bien trenzada que va descubriéndose en distintas lecturas. Totalmente recomendable.

Puntuación: 8.

3 comentarios:

  1. Un buen libro con una trama de acción muy bien hilvanada . . .

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  2. En Argentina se llamó "el misterio de Ura Senke" y recuerdo que cuando lo leí por primera vez sentí lo mismo que con la sombra mortal: no lograba engancharme por el tono adulto del libro. Sin embargo, al volverlo a leer de adulto, sentí que todo cerraba, que estaba muy bien redactado y que todo se centraba en la solemnidad de los japoneses y en la importancia que le dan a la ceremonia del té, cosa que de chico me parecía una exageración. Destaco el arranque con las entrevistas a los personajes posiblemente involucrados en la desaparición del tazón, muy al estilo "¿quién mató al presidente?". Concuerdo en el 8 de nota final.

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